
Bassala Bagayoko tiene 19 años y ha vivido ya las dos caras del deporte de élite. El joven pívot de Malí que hoy juega en el Bilbao Basket echa la vista atrás y contempla una corta carrera que une los dos extremos. De la explosión de la fama al túnel más oscuro. De convertirse en el jugador más joven en debutar en la historia de la ACB por delante de Ricky Rubio, registro que todavía mantiene, a pasar más de dos años sin jugar por culpa de una lesión. Hoy Bagayoko vuelve a empezar. Como si todo aquello, lo bueno y lo malo, no hubiera sucedido y él simplemente fuera un adolescente que intenta abrirse camino en la Liga española de baloncesto. Aunque ahí siguen las vivencias en el alma y las cicatrices en el cuerpo para recordarle de dónde viene. “Todo lo que he pasado me ha hecho ser quien soy”, comenta el muchacho.Bagayoko llegó desde su Bamako natal a Gran Canaria cuando tenía 11 años. Jugaba al fútbol y al baloncesto, y su espigada figura (hoy mide 2,07m) le citó con la canasta. Pronto dio el salto y del Santa Lucía Basket voló primero al Baloncesto Alcalá (le metió 52 puntos al Real Madrid) y en 2020 al Fuenlabrada. Aquel chaval de buenos movimientos y físico aventajado quemaba etapas a tal velocidad que el 25 de abril de 2021 rompió el récord de precocidad de Ricky Rubio y se convirtió en el debutante más joven que ha visto nunca la ACB: 14 años, siete meses y 15 días. Fue en la jornada 33, con Josep Maria Raventós como entrenador del Fuenla y frente al Real Madrid. Dos puntos y dos rebotes en nueve minutos vistieron aquel estreno que cambiaría su vida.🗓 El 25 de abril de 2021 fue un día histórico.Con tan solo 14 años, 7 meses y 15 días un joven Bassala Bagayoko hizo su debut en la #LigaEndesa, convirtiéndose en el jugador MÁS JOVEN de la historia de acb.¡Y se estrenó con un MATE!💪 𝗕𝗔𝗦𝗦𝗔𝗟𝗔 𝗕𝗔𝗚𝗔𝗬𝗢𝗞𝗢 pic.twitter.com/Et822HdArw— Liga Endesa (@ACBCOM) April 25, 2024
“Yo era un chico normal que estudiaba en el instituto. Iba a clase antes o después de los entrenamientos y vivía en un piso con otros jugadores del Fuenlabrada. Me entrenaba y jugaba con el segundo equipo y algunas veces subía a entrenar con los mayores. Cuando me dijeron que iría convocado con el primer equipo no me lo creía, pensaba que era una broma. Tuve que llamar a mi familia para que ellos volvieran a preguntar al club si era verdad. Yo no me lo esperaba, fue muy fuerte”, recuerda Bagayoko. “El debut fue un momento que nunca olvidaré. ¡Mi primera canasta fue un mate! Estaba muy, muy nervioso. Menos mal que no había nada de público en la grada por la covid, solo cuatro personas de mi familia a las que dejaron pasar”.De repente, el boom de la fama para un chico que ese curso fue elegido estrella emergente en un torneo júnior de la Euroliga. Con 14 años, Bassala no estaba preparado para el tsunami que suponía romper el récord de Ricky. “Todo el mundo hablaba de mí allí donde iba. Hasta en el instituto los profesores y los compañeros venían a hablar conmigo. Me costó mucho manejar esa presión, las expectativas. Estaba siempre nervioso, me temblaban las manos. Lo pasé mal, era agobiante. Todos a mi alrededor diciéndome que estaba en la ACB… Para mí fue demasiado”, revive.Algo se rompió en su interior y con el tiempo acabó rompiéndose en su cuerpo. El 5 de noviembre de 2022, Bagayoko jugó su primer partido como titular en la ACB, en la séptima jornada liguera, contra el Manresa. Llevaba 1m 23s en la pista, saltó a por un rebote, cayó mal y… rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco externo de la rodilla derecha. “No podía parar de llorar”, recuerda. El niño prodigio había caído, y lo peor estaba por llegar. A los ocho meses, mientras comenzaba a entrenarse de nuevo, unas pruebas detectaron que la rodilla no tenía estabilidad. Vuelta a la casilla de salida y esta vez con un camino más largo por delante. El joven que había hecho historia no volvió a jugar hasta el 30 de enero de este año, 818 días después, casi 27 meses en blanco.Bassala Bagayoko, en mayo pasado ante el Barcelona con el Bilbao Basket.cintiacortessEl reestreno fue ya con otra camiseta, la del Bilbao Basket, el equipo que le fichó en 2024 por cuatro temporadas. A ese cambio de equipación llegó Bagayoko después de un lío judicial que perdura. En junio de 2023, el jugador mandó una carta al Fuenlabrada firmada también por sus padres y su tutor legal con la que rompía de manera unilateral su contrato sin alegar ningún incumplimiento por parte del club. La entidad madrileña le reclama ahora al maliense y al Bilbao su cláusula de rescisión de 1,1 millones de euros. “No nos gustaban cómo iban las cosas en el club. Intentamos llegar a un acuerdo para salir pero no hubo manera. Lo pasé mal porque ellos me dieron la oportunidad, pero había que tomar una decisión”, cuenta el pívot.En Bilbao ha empezado de cero. Estuvo cedido en el Zornotza, en Segunda FEB, hasta debutar con el grupo de Jaume Ponsarnau primero en la FIBA Europe Cup contra el Cholet y el pasado 30 de marzo en la ACB, de nuevo contra el Madrid. “Con el tiempo me he recuperado de todo lo que me ha pasado y eso me ha servido para aprender en la vida”, afirma Bassala; “no sabía ni lo que era una pretemporada. Ahora voy cogiendo el ritmo de antes. He vuelto a empezar y soy feliz”.Resultados y clasificación de la ACB.
