El brigadier general Henry Yesid Bello Cubides, comandante de la Policía de Cali, entregó detalles sobre el atentado terrorista perpetrado por las disidencias de las Farc en la capital vallecaucana y que dejó seis personas asesinadas y más de 70 heridas. En rueda de prensa, el oficial indicó que los dos furgones utilizados para el ataque eran hurtados y las placas fueron gemeleadas para burlar el control de las autoridades.Según el reporte de inteligencia, conocido por EL TIEMPO, disidentes viajaron desde el municipio de Corinto (Cauca), pasaron por Miranda, continuaron hacia el sector de Tamborales y cruzaron la cordillera para entrar al Valle del Cauca. Su paso fue registrado en corredores claves de Candelaria y Juanchito, hasta alcanzar el nororiente de Cali.En la intersección de la carrera 8.ª con calle 52, frente a la base aérea Marco Fidel Suárez, fueron activados los explosivos contenidos en dos cilindros dentro de uno de los camiones. “Uno de los vehículos detonó aquí frente a estas instalaciones, después de producirse una colisión con un vehículo que antes había sufrido un siniestro vial, y el otro vehículo no fue activado”, detalló el general Bello.Este diario conoció, a través de fuentes de inteligencia vinculadas a la investigación, que los cilindros estaban cargados con amonal o R1, un explosivo de fabricación casera elaborado con una mezcla de sustancias, entre ellas nitrato de amonio y aluminio, de donde proviene su nombre. “A este químico ahora le están agregando pentolita molida para aumentar su efecto; es decir, se convierte en un explosivo de alto poder”, explicó una fuente de inteligencia.Las disidencias cargaron los camiones con varios cilindros y fueron dos los que salieron mediante la modalidad de tiro parabólico. “Cada cilindro, que pesaba aproximadamente 40 libras, contenían un explosivo conocido como amonal. Su activación se produjo mediante una mecha lenta, lo que generó una detonación por simpatía frente a la base, causando daños en su infraestructura. Además, debido a la onda expansiva, también resultaron afectadas varias residencias ubicadas detrás de ese sector comercial”, dijo el brigadier general.Posteriormente, se realizó la desactivación de otro vehículo tipo furgón, marca Kia, que se encontraba en la misma dirección, de norte a occidente de la ciudad. En su interior se hallaban cargas explosivas, las cuales se desactivaron para evitar que fueran detonadas.Expertos en explosivos consultados aseguran que el atentado pudo haber sido mucho más devastador si el segundo vehículo hubiera detonado. La falla en el sistema de activación remota evitó una tragedia de proporciones catastróficas para la ciudad. La acción, atribuida a la estructura ‘Jaime Martínez’ de las disidencias de las Farc bajo el mando de alias Iván Mordisco, deja en evidencia la capacidad de movilidad y la peligrosidad de los grupos armados que operan en el suroccidente del país.¿Qué hay detrás?Frente a los hechos, el general retirado y consultor en seguridad Fernando Murillo consideró que los ataques reflejan un déficit en la estrategia oficial. “El escenario que hoy estamos enfrentando en el país frente a la seguridad y la defensa todo el mundo entiende que es el resultado de la falta de política gubernamental en defensa y seguridad”, señaló.El oficial (r) expuso que, a su juicio, la política de paz ha dado ventajas a los grupos ilegales y debilitado el aparato estatal. “Hoy la inteligencia no está siendo anticipativa, especialmente con el terrorismo, y eso se demuestra con los actos demenciales que están sucediendo en todo el país”, agregó.Murillo también planteó la necesidad de fortalecer la cooperación internacional. Según él, Colombia requiere apoyo militar y policial de países como Estados Unidos, Reino Unido e Israel en materia de inteligencia, investigación judicial y operaciones especiales. Esto, para enfrentar fenómenos como el narcotráfico, el terrorismo y la minería ilegal.Hugo Acero, experto en seguridad, advirtió que el atentado en Cali demuestra que los grupos armados ya no limitan sus ataques a las zonas de producción de cultivos ilícitos y minería ilegal, sino que ahora trasladan sus acciones a ciudades principales. “Esto nos recuerda las acciones terroristas de Pablo Escobar”, concluyó.En la misma línea, Néstor Rosanía, experto en seguridad, señaló que lo ocurrido responde a un proceso de descentralización del conflicto armado. “Ya no son grupos unificados como las Farc o los paramilitares en su momento, sino que tenemos muchos grupos a nivel nacional. A más descentralización, más violencia, porque eso genera búsqueda de control territorial”, dijo. También resaltó que la utilización de drones cambia la asimetría que hasta ahora favorecía al Estado por su poder aéreo, lo que podría intensificar la confrontación.

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