Una carga docente excesiva, sistemas de evaluación con porcentajes mínimos por debajo de la normativa, un Grado que se presenta como bilingüe y luego no duplica los idiomas, o profesorado que no cumple con el nivel C1 ó C2 para impartir docencia en inglés. Estas son algunas de las irregularidades incluidas en la memoria que ha permitido el informe favorable que la Junta de Andalucía ha concedido a la universidad privada Loyola para impartir el Grado de Ingeniería Bioquímica, la misma titulación que ha sido denegada a las universidades públicas de Jaén y de Granada.Un informe elaborado por catedráticos de universidades públicas y al que ha tenido acceso este periódico, concluye que la evaluación del título en cuestión presenta “múltiples incoherencias” entre la memoria de verificación y el informe favorable de la Agencia para la Calidad Científica y Universitaria de Andalucía (ACCUA) de la Junta, emitido el pasado 25 de junio. El objetivo de ese informe ha sido comparar el nivel de exigencia aplicado en dicho proceso de evaluación con respecto a otros títulos similares, en particular con el de la Universidad de Granada (UGR) y la de Jaén (UJA).El resultado de ese análisis resulta muy esclarecedor. Es lo que los rectores de los centros públicos tildan de “doble vara de medir” de la Junta a la hora de aprobar nuevas titulaciones. Así por ejemplo, el informe detecta una carga docente excesiva, ya que se asignan 24 créditos a un profesor ayudante doctor, una cifra que no cumple lo establecido por la normativa. De otro lado, varias asignaturas establecen porcentajes mínimos del 0% en todos los sistemas de evaluación, práctica que va contra lo indicado por la propia ACCUA, que desaconseja ese valor como umbral mínimo. Es decir, que se puede aprobar una asignatura aunque no se cumpla con ninguno de los parámetros exigibles, cuando lo normal es que ese porcentaje se sitúe entre el 20 y el 30% en todas las universidades.En cuanto al nivel de inglés del profesorado, el informe favorable de la agencia pública andaluza indica que debe contar con nivel C1 ó C2 para impartir docencia en inglés. Sin embargo, en varias asignaturas enseñadas en esta lengua (Anatomía y Fisiología, Farmacología y Sistemas Biológicos, entre otras) se prevé profesorado con nivel B2, lo que contradice dicha exigencia. Y es que, aunque el Grado se presenta como bilingüe, se imparten 48 créditos obligatorios y 18 optativos en inglés, sin duplicación en castellano, y no se exige un nivel mínimo de inglés en el perfil de ingreso del estudiante, lo que podría comprometer la calidad del aprendizaje. “Esta exigencia de un nivel mínimo de inglés cuando se imparte docencia en esa lengua ha sido impuesta de forma general a las universidades públicas”, se remarca en el informe de los campus denunciantes. Finalmente, también aparecen duplicidades en el número de empresas colaboradoras para realizar las prácticas estudiantiles, y algunas firmas presentan escasa relación con el perfil del Grado con el que colaboran.El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha defendido en el Parlamento que la ACCUA es una agencia “independiente” en cuyas decisiones la Junta “no interviene” más allá de que “nos gusten o no nos gusten”, y que muchos de sus evaluadores son de “fuera de Andalucía”. Todo ello garantiza que “los títulos sean reconocidos en el Espacio Europeo de Educación” y son estos evaluadores “independientes” los que “han entendido que las propuestas de la Universidad de Granada tenían alguna deficiencia”. En este contexto, la Junta ha pedido a las universidades públicas afectadas por informes desfavorables de la ACCUA que “recurran ante la comisión de reclamaciones que se constituye precisamente este jueves”. “Si las reclamaciones” son “positivas” y “cumplen con lo que le ha solicitado este órgano”, Moreno ha afirmado que “seguro que la Junta lo tendrá todo listo para implantar el grado el próximo septiembre e iniciar el curso”.En la misma línea, el consejero de Universidad, Investigación e Innovación, José Carlos Gómez Villamandos, ha negado el doble rasero y ha dicho que cuestionar su funcionamiento “es una irresponsabilidad que pone en entredicho todos los títulos verificados por la entidad”. Villamandos ha afirmado que el Gobierno andaluz “no ha denegado nada”, en relación a los Grados de Ciencia de Datos e Inteligencia Artificial e Ingeniería Biomédica en la universidades de Granada y Jaén: “La firma que aparece en la denegación de la implantación de esas titulaciones es la del secretario general de Universidades del Ministerio”, ha dicho. Y ha apuntado a que la labor de la Agencia ACCUA no depende ni técnica ni políticamente de la Consejería, porque “las evaluaciones las realizan expertos externos a Andalucía y la Junta no interviene en esa fase”. En paralelo, el consejero de Universidad ha destacado que se trata de titulaciones universitarias que tienen una importancia estratégica para Andalucía y ha subrayado que tanto la UGR como la UJA “tienen la capacidad y la calidad suficientes para impartir estas enseñanzas”. De este modo, ha explicado que se mantienen contactos para explorar soluciones ante las reclamaciones presentadas por las dos universidades. “Con buen criterio, se ha decidido no implantar los grados objeto de recurso en el próximo curso, incluso si la resolución es favorable para evitar la incertidumbre al estudiantado”, ha matizado.Además, y sobre el grado de Ingeniería Biomédica en Jaén, Gómez Villamandos ha querido aclarar datos, ya que “se ha dicho que atraería a 800 estudiantes y la realidad es que había 30 plazas con 75 solicitudes en primera opción”, lo que, a su juicio, “no pone en riesgo ni a la Universidad de Jaén ni su prestigio consolidado en más de 30 años de trayectoria”. Al respecto, ha destacado que la nueva programación académica universitaria promovida por la Consejería de Universidad y el Gobierno andaluz incluye estas titulaciones, unos títulos que “se han incluido tras 14 años sin que desde el PSOE se hiciera nada por incluirlos”. Por tanto, “si ahora tenemos esta polémica es porque nosotros sí hemos incorporado estas enseñanzas a la nueva programación”, ha sentenciado.Mientras tanto, los rectores de las universidades públicas reclaman cambios en los procesos de verificación de las nuevas titulaciones. El rector de la Universidad de Granada, Pedro Mercado, ha solicitado la “refundación completa” de la ACCUA para que “actualice criterios” y estos sean “homogéneos, objetivos y razonables”. Una refundación para que esta agencia, que depende de la Consejería de Universidades de la Junta, “no sea un obstáculo” para los campus andaluces, sino “un pilar fundamental” para acompañarlas en el proceso de evaluación.En palabras de Mercado, se necesita una “reforma profunda” de la ACCUA mucho más allá de nombrar un nuevo director o directora ―puesto ahora vacante desde que dimitió el pasado marzo Antonio José Cubero― o incorporar más personal técnico, como anunció el pasado martes la ConsejeríaMercado ha vuelto a expresar la “indignación”, el “malestar” y el “estupor” en el seno de la universidad granadina por la denegación de los nuevos títulos estratégicos que había solicitado la UGR, de un lado, Inteligencia Artificial, que iba a impartir entre los campus de Granada y Melilla, y la titulación de Ingenería Biomédica, conjunta con la Universidad de Jaén.

El doble rasero de la Junta andaluza con las universidades: exige a las públicas lo que ignora con las privadas | Educación
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