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El municipio de Buenos Aires, Cauca, fue escenario de ataques de las disidencias de las Farc, que se prolongaron por más de 10 horas este 16 de diciembre, mientras que los miembros de la Fuerza Pública que había a disposición procuraron defender el territorio y a la población civil con los recursos que tenían a su alcance.Un día después del hostigamiento de este grupo armado, los habitantes amanecieron entre las ruinas y la destrucción que dejó el fuego cruzado. La Alcaldía municipal, la Casa de Justicia y la estación de Policía fueron los edificios más afectados, al igual que al menos 10 viviendas de civiles inocentes. LEA TAMBIÉN EL TIEMPO estuvo en el lugar de los hechos y habló con uno de los residentes. El hombre relató que los ataques comenzaron cerca de las 6 de la mañana, cuando se escuchó la detonación de una granada, seguida de otra explosión y varias ráfagas. Esa fue la alerta que los llevó a buscar refugio.“Cogimos a los niños y nos fuimos acomodando en unas piezas seguras”, contó el habitante, quien vive con otros siete integrantes de su familia bajo el mismo techo.Buenos Aires, Cauca, después del ataque del 16 de diciembre Foto:Juan Rueda @juanfotosadn / EL TIEMPOLargas horas de espera en Buenos Aires: ‘Pensé que eran del Ejército’Mientras continuaba el ensordecedor sonido de las balas y los artefactos explosivos, los familiares se asomaban por momentos para verificar si estaban en medio de la balacera y decidir cómo proteger a los menores en medio del miedo.“Vi uniformados en el parque; pensé que eran del Ejército. Conté más o menos unas 15 personas allí”, relató. “Me asomé y dije: ‘Papá, llegó el Ejército, llegó a ayudar’, pero cuando miré bien vi que estaban atacando el banco”. LEA TAMBIÉN En efecto, la ayuda estaba lejos de llegar a este municipio, ubicado a unas dos horas de Cali, capital del Valle del Cauca. El apoyo se retrasó debido a las condiciones meteorológicas, que dificultaban el aterrizaje de aeronaves, según explicaron las autoridades, entre ellas el comandante de la Policía del Cauca.Buenos Aires, Cauca, después del ataque del 16 de diciembre Foto:Juan Rueda @juanfotosadn / EL TIEMPOEl testigo y su familia tuvieron que huir de la casa: ‘Lo vamos a desaparecer’El testigo contó que permanecieron ocultos por más de dos horas, hasta que su padre, en medio del estupor, reunió el valor para confrontar a los integrantes del grupo ilegal y pedirles que les permitieran salir, mientras las explosiones no cesaban. Los disidentes accedieron, pero con la condición de que se desplazaran por una orilla del pueblo.“Nosotros nos fuimos hacia abajo, al cementerio. Entonces había más gente de ellos, como guiándonos”, relató. LEA TAMBIÉN Fue entonces cuando los disidentes pronunciaron unas palabras capaces de helar la sangre: “Salgan por aquí, porque este pueblo lo vamos a desaparecer”.Él y su familia no tuvieron más opción que seguir el camino señalado por los criminales mientras iban apenas con lo que tenían puesto y sus pies descalzos. No había un destino puntual al que llegar, solo querían alejarse lo máximo posible de la alcaldía. Una mujer del sector denominado Los Lares le dio posada a la numerosa familia mientras cesaban los enfrentamientos. Una vez lograron volver a su hogar, vieron todo destruido. “Es terrible”, confesó.Buenos Aires, Cauca, después del ataque del 16 de diciembre Foto:Juan Rueda @juanfotosadn / EL TIEMPO”Hace muchos años no se veía algo así, no eran tanta explosión ni tanta destrucción. No era tan feo como ahora. Este pueblito es relajado”, recordó este afectado al observar un escenario sin precedentes conocidos en Buenos Aires.El municipio se quedó sin energía después del hostigamiento. Pocas personas han salido a las calles por el temor que todavía queda, mientras que las autoridades competentes realizan explosiones controladas de los artefactos que quedaron en el centro poblado.María Paula Rodríguez RozoREDACCIÓN ÚLTIMAS NOTICIAS
