Ethan Hawke (Texas, 54 años) no para de trabajar. A principios de junio se estrenó la película She Dances, en la que es uno de los protagonistas, y a finales de octubre llegará a los cines estadounidenses Blue Moon (en España se estrena en noviembre), donde da vida al personaje principal, un compositor que lucha contra el alcoholismo y los problemas de salud mental. “Tuve que darlo todo. Esa película me exigió todo. No salí al mundo durante un par de meses. Simplemente desaparecí”, ha explicado sobre el papel en una entrevista con la edición británica de GQ publicada este lunes 1 de septiembre. Ha reaparecido para la promoción de la película, pero además de conversar sobre sus proyectos presentes y futuros (ha participado, por lo menos, en otros cinco que se estrenarán próximamente), no ha podido evitar que se le pregunte por su pasado. Y en su pasado hay un nombre que se repite siempre: Uma Thurman.Hawke siempre ha intentado mantener su vida privada alejada el foco, pero le resultó imposible a finales de los noventa, cuando se convirtió en objetivo de los paparazis por su relación con la actriz de Kill Bill. “Es humillante. Es humillante incluso cuando dicen cosas positivas”, recuerda sobre esa constante persecución mediática. Hawke y Thurman estuvieron casados entre 1998 y 2005 y tienen dos hijos en común, ambos actores: Maya, de 27 años (conocida por su papel en Stranger Things), y Levon, de 23. Más informaciónLa pareja de intérpretes se conoció en el rodaje de Gattaca, en 1997 y, según cuenta el actor en la entrevista, fue inevitable que saltara la chispa. “¿Alguna vez has jugado al juego la botella?”, le pregunta al entrevistador para que se haga una idea del ambiente que se respira en los rodajes. “Hay cierta intimidad en el trabajo que hacemos. Una intimidad imaginativa. Es muy estimulante. Se siente peligroso y emocionante. Aumenta la temperatura de tu vida. Puede ser como enamorarse en un campamento de verano. No tiene ninguna conexión con la cotidianidad de la vida real. Ese es el peligro”, resume sobre su flechazo con Thurman.Ethan Hawke y Uma Thurman en una foto promocional de ‘Gattaca’ en 1997.Rue des Archives (©Rue des Archives/RDA / Cordon Press)En 2005, la actriz solicitó el divorcio después de que se rumoreara que Hawke estaba teniendo un romance con su niñera, Ryan Shawhughes. Él negó las acusaciones, pero lo cierto es que comenzó a salir con Shawhughes poco después de la separación, se casaron en 2008 y tienen dos hijas, Clementine, de 17 años, e Indiana, de 14. Aun así, Thurman no le guarda rencor. “No voy a criticar al padre de mis hijos”, advirtió en una entrevista con Parade en 2006. Y nunca lo ha hecho. Ella también tiene otra hija, Luna, de 13 años, fruto de su relación con el empresario Arpad Busson, que llegó a su fin en 2014.Hawke empezó muy pronto en el mundo de la interpretación y desde el principio se rodeó de grandes estrellas. Hizo su debut cinematográfico a los 15 años, en la película Exploradores (1985), junto a River Phoenix —que murió a los 23 años tras sufrir una sobredosis—, y a los 19 alcanzó la fama gracias a su papel en El club de los poetas muertos (1989), donde compartió elenco con Robin Williams —que fue hallado muerto en su casa, tras suicidarse a los 63 años—. “Aprendió de ambos cómo se ve la brillantez, pero también vio lo que el mundo del espectáculo puede hacer con los talentos vulnerables y ansiosos que se ven empujados al límite”, destaca GQ. Ethan Hawke detrás de Robin Williams y junto al resto de los protagonistas de ‘El club de los poetas muertos’, en 1989.Francois Duhamel (Sygma via Getty Images)En ese sentido, Hawke se siente afortunado de haber esquivado el comportamiento autodestructivo que a veces acompaña a la fama y por eso tampoco lamenta haber sido rechazado para algunos papeles que se han convertido en icónicos. Cuenta que audicionó para el papel de Jack en Titanic, pero finalmente se lo dieron a Leonardo DiCaprio. Casi tres décadas después del estreno de la película, que se llevó 11 premios Oscar, Hawke se siente aliviado de no haber vivido las consecuencias de su tremenda acogida. “No creo que hubiera manejado el éxito tan bien como Leo”, asegura: “Era un maldito Beatle”. El texano ha estado cuatro veces nominado al Oscar, la última vez en 2014, como mejor actor de reparto por Boyhood. Aun así, nunca ha aprovechado su fama para participar en lucrativas películas de franquicias ni para publicitar productos a su nombre. Prefiere pasar lo más desapercibido posible y priorizar los papeles poco convencionales. “Nunca me identifiqué como una ‘estrella de cine’. Era alérgico a eso”, confirma a GQ. “Tener una marca registrada con mi nombre y ganar un millón de dólares, eso no era parte de mi sueño”.

Ethan Hawke habla sobre su relación con Uma Thurman y confiesa que se alegra de perder el papel protagonista de ‘Titanic’ contra DiCaprio | Gente
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