El hallazgo de una fosa común con los cuerpos de ocho personas desaparecidas desde abril en Calamar (Guaviare) sacudió a toda una región que vive atrapada entre la guerra de las disidencias de las Farc al mando de ‘Iván Mordisco’ y de ‘Calarcá’.Desde la Diócesis de San José del Guaviare, el padre Freidy Eduardo Vanegas Ocampo, director de la Pastoral Social, denunció el recrudecimiento del conflicto armado, la falta de garantías para la población civil y las dificultades para acceder con ayuda humanitaria a las comunidades más afectadas.“Lastimosamente nuestro departamento viene atravesando los últimos meses por un recrudecimiento del conflicto (…) desafortunadamente, como ocurre en la mayoría de los casos, es la población civil la que queda en medio, sin defensa”, dijo el padre Freidy a EL TIEMPO.Familiares de los restos hallados en fosa común de Guaviare. Foto:Fiscalía General de la NaciónLa confirmación de los cuerpos, según el comunicado de la Fiscalía General de la Nación, llegó como un golpe seco para la región.“Recibimos con consternación la noticia. Estuvimos al tanto desde el primer momento, intentando acompañar a las familias, buscando algún tipo de mediación, pero nunca se consiguió. Todo se manejó con mucho hermetismo, por seguridad de los familiares”, señaló Vanegas.Aunque las víctimas incluían a líderes religiosos, el padre aclaró que no pertenecían a la Iglesia católica. “Eran pastores de otras confesiones cristianas, líderes que hacían presencia en la comunidad”. La fosa común hallada en Guaviare que tiene en alerta a las autoridades. Foto:Fiscalía General de la Nación’La situación ha desbordado las capacidades institucionales’En un comunicado firmado por los curas que integran al Diócesis de Guaviare hacen el llamado al Estado a tomar medidas por la seguridad de la comunidad.“Lo que está ocurriendo es sin precedentes. La población clama que se les deje fuera del conflicto. Especialmente los campesinos, que son los más afectados”, dijo el padre Vanegas.En paralelo a la violencia armada, las inundaciones por la ola invernal también han dejado una estela de destrucción. “Hay comunidades que llevan más de un mes bajo el agua”, denunció. Veredas como Puerto Nuevo, La Carpa, El Limón, Los Cámbulos o sectores del río Guayabero, Niria, Nilla y Tilla, aún enfrentan condiciones extremas.“El acceso humanitario ha sido muy difícil, por confinamientos, bloqueos y el paro armado. Algunas ayudas han empezado a llegar, por tierra o por río, pero la situación ha desbordado las capacidades institucionales”, afirmó.Desde la Pastoral Social han articulado esfuerzos con la Gobernación del Guaviare y han movilizado donaciones nacionales para aliviar el sufrimiento en las zonas más críticas. De hecho han entregado, junto a la Gobernación, 900 ayudas humanitarias.Vanegas explicó que han intentado ejercer su rol de mediadores, como lo han hecho históricamente en otros conflictos del país. Pero en esta ocasión, “el escenario es complejo, porque no hay un solo grupo armado. Eso dificulta el relacionamiento. Se han hecho esfuerzos, pero no se ha conseguido el acercamiento que permita salvar vidas”.Autoridades investigan si fueron hombres de ‘Iván Mordisco’ o ‘Calarcá’. Foto:EjércitoEn medio del luto, la Iglesia no deja de alzar su voz por la paz. “Somos convencidos de que la paz es un don de Dios y una tarea nuestra. Recordamos el valor de la dignidad humana. Nadie puede pasar por encima de eso. El Papa nos llama a vivir la fraternidad y la amistad social”.La Defensoría del Pueblo ha alertado de forma reiterada sobre la crisis en Guaviare, agravada por la disputa entre disidencias de las Farc—alineadas con ‘Iván Mordisco’ o ‘Calarcá Córdoba’— y la eventual llegada de otros actores como la Segunda Marquetalia. Esta confrontación ha causado desplazamientos, confinamientos y una creciente militarización de la vida cotidiana en los municipios de Calamar, San José, Miraflores y El Retorno.Frente a este panorama, el llamado de la Iglesia es: “A los actores armados les pedimos caminos de paz. La región necesita desescalar el conflicto, salvaguardar la vida de las comunidades. Nos solidarizamos con las víctimas y reafirmamos nuestro compromiso con la defensa de la vida, la dignidad humana, la justicia y la reconciliación en Colombia”.Juan Diego TorresDielas@eltiempo.com

la Iglesia en Guaviare clama por la vida tras hallazgo de fosa común
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