![]()
La introducción de drones con una nueva tecnología detectada en zonas del Catatumbo abrió un nuevo capítulo en la confrontación armada. Los episodios recientes evidenciaron que estructuras como el Eln y el Frente 33, de las disidencias de las Farc, están operando estos equipos a distancias que alcanzan entre seis y siete kilómetros, lo que amplía su capacidad de maniobra y dificulta la detección temprana.En estos escenarios, los drones en manos de los criminales no solo cumplen funciones de vigilancia, sino que son adaptados para transportar y liberar granadas en pleno vuelo.Fuentes de inteligencia le indicaron a EL TIEMPO que estos dispositivos, denominados FPV con controladores de vuelo ‘Betaflight’ (software de control de vuelo), se sustentan en sistemas de radiofrecuencia que permiten evadir las tecnologías antidrones instaladas en algunos puntos del territorio. Según informaron, los operadores ajustan parámetros para evitar ser identificados por los inhibidores, lo que ha impedido establecer si todos los equipos empleados cuentan con las mismas características o si ciertos modelos son usados exclusivamente para misiones de seguimiento y otros para acciones ofensivas.Drones con explosivos utilizados por los grupos armados. Foto:CortesíaLas unidades militares consultadas precisaron que los dispositivos más frecuentes hallados en el conflicto colombiano son de fabricación china y que el modelo FPV —“First Person View” (vista en primera persona)— facilita la conducción remota con visión en tiempo real desde la perspectiva del dron.Esta modalidad, común en actividades deportivas, fue adaptada por los grupos armados para orientar con mayor precisión la caída de explosivos, lo que representa un cambio en el tipo de amenaza observada en el terreno. La combinación de alcance, maniobrabilidad y bajo costo ha ampliado el uso de estos artefactos en distintos frentes.Explosivos que con instalados en los drones. Foto:CortesíaFrente a la presencia de equipos de origen iraní, debido a la existencia en Venezuela de una fábrica ensambladora de drones asociados a esa tecnología, las fuentes indicaron que, hasta ahora, “no se ha recuperado material que confirme la entrada de drones iraníes en el conflicto colombiano”. No obstante, explicaron que estas aeronaves suelen regresar a la base de operación después de cada lanzamiento, lo que reduce la posibilidad de encontrar restos que permitan identificar su procedencia.Unas cifrasEn paralelo con estas transformaciones tecnológicas, el registro operativo de la Fuerza Pública contabilizó 382 ataques con aeronaves no tripuladas entre el 26 de abril de 2024 y el 27 de noviembre de 2025. En este lapso, estimaron el lanzamiento de cerca de 860 granadas. La secuencia de eventos abarca desde el primer ataque en Argelia, Cauca, hasta el más reciente en Tarazá, Antioquia, y muestra una frecuencia en promedio de uno de un ataque por día.Al revisar la distribución anual, las autoridades reportan 104 ataques dirigidos contra sus unidades en 2024 y 198 en 2025, además de acciones contra la Armada, la Policía y personal civil. El acumulado evidencia que más del 79 por ciento de los ataques se concentró en tropas del Ejército, lo que coincide con los frentes donde se ha documentado el uso recurrente de drones modificados. En conjunto, las afectaciones sumaron 282 casos entre civiles y miembros de la Fuerza Pública.Hueco que dejó ataque con drones Foto:Fuerzas MilitaresEl análisis de víctimas muestra tres civiles asesinados y 40 heridos, así como la muerte de 16 soldados del Ejército, un integrante de la Armada y dos de la Fuerza Aérea. También se registraron 188 militares heridos del Ejército, cuatro de la Armada y dos de la Fuerza Aérea.La Policía, por su parte, contabilizó cuatro uniformados asesinados y 30 lesionados en acciones asociadas al uso de UAS. Estas cifras permiten observar un incremento significativo en las afectaciones a unidades militares durante 2025. LEA TAMBIÉN Las cifras desagregadas por año reflejan dinámicas diferenciadas: en 2024 hubo 28 civiles heridos, 31 militares muertos y siete policías lesionados; mientras que en 2025 se reportaron 12 civiles heridos, 162 militares muertos y 23 policías lesionados. La mayor letalidad registrada en 2025 coincide con el periodo en el que se documentó la expansión del uso de drones FPV para el lanzamiento de explosivos en zonas de presencia insurgente.Redacción JusticiaJusticia@eltiempo.comMás noticias de Justicia:
