Después de 19 días consecutivos, en plena ola de calor, con altos niveles de dióxido de azufre (SO2), partículas PM10 y ozono troposférico, los vecinos de Huelva se han plantado. No están dispuestos a seguir respirando un aire contaminado, cuyos efectos nocivos acentúan las altas temperaturas. Varios colectivos ciudadanos han interpuesto en los últimos días distintas denuncias ante el presidente de la Junta de Andalucía, la Delegación de Medio Ambiente y el Ayuntamiento onubense, cuestionando su inacción durante estas semanas y exigiendo que frenen esas emisiones contaminantes, alerten a la población de los riesgos para la salud y actúen contra la que ellos señalan en sus escritos como la principal responsable de esa contaminación, la empresa Atlantic Copper. “Huelva es una ciudad que se asfixia”, advierte José Manuel Buendía, presidente de Mesa de la Ría, una plataforma que lleva años luchando contra los efectos de las emisiones del polo químico onubense y una de las demandantes. Entre el 30 de julio y el 17 agosto, los niveles de SO2 llegaron a alcanzar un valor horario de 214 µg/m3, próximo al límite de 350 µg/m3 que establece la Directiva europea 2008/50. Estas mediciones, como la de otros componentes de origen industrial, como el dióxido de nitrógeno, las partículas inferiores a 10 micras (PM10) o el ozono, se llevan analizando desde hace 25 años por la Unidad Asociada CSIC-Universidad de Huelva Contaminación Atmosférica, que a través de una cuenta de X publica diariamente la calidad del aire en la capital onubense. “Llevamos 19 días, prácticamente coincidiendo con la ola de calor, con un impacto de SO2 industrial”, indica Jesús de la Rosa, geoquímico que trabaja en esa unidad. Aunque estas emisiones no han superado los niveles que marca la normativa, el investigador sí alerta de que el dióxido de azufre está asociado a partículas submicrónicas (inferior a una micra) con altas concentraciones en plomo o cobre, y llama especialmente la atención sobre el arsénico, cuyos niveles sí están por encima del valor objetivo establecido en la legislación en la zona industrial de Huelva. “Son un conjunto de elementos que nadie en España respira más en un mes de agosto”, señala. “El problema no es el SO2 en sí, pero es que asociado a ese SO2 está el arsénico y allí es donde está el problema”, advierte De la Rosa. El SO2 se puede usar como proxy de la concentración de arsénico acumulado. El 12 de agosto se alcanzó un pico horario de 214 µg/m3 en la estación de Pozo Dulce, en el Barrio de Matadero, la más cercana al polo químico. Ese día se estima que se alcanzó un promedio diario de 22 ng/m3, superior al límite objetivo durante un año de 6 ng/m3. “Eso un día y otro día durante casi 20 seguidos es preocupante y más teniendo en cuenta que nos encontramos en una zona roja, de acuerdo con el ministerio, según el último informe sobre la Calidad del Aire en España del año 2023”, advierte De la Rosa. El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico advertía de que en la nueva zona industrial de Huelva “se ha producido una superación del valor objetivo de arsénico, donde se han alcanzado los 8,4 ng/m3 anuales frente a los 6 ng/m3 establecidos por la legislación”. Son datos de 2023, pero el investigador no es optimista sobre el futuro, teniendo en cuenta los resultados de sus mediciones. “Históricamente, hemos llegado a tener hasta 11 ng/m3 al año”, afirma De la Rosa.Ante la evidencia de estos datos, publicados además en las redes sociales de la unidad asociada del CSIC, la primera en reaccionar fue la asociación Huelva Te Mira, que interpuso su denuncia el 14 de agosto. “Estamos saturadas de todos los impactos negativos que está teniendo el polo químico. ¿Si estos datos se conocen, por qué no ha actuado la Junta, por qué no ha advertido a los ciudadanos de la mala calidad del aire que estábamos respirando?”, se pregunta Alicia Navascués, portavoz de la plataforma. Ella, como el resto de los denunciantes, cuestiona que en esos 20 días en los que han estado expuestos a una mayor contaminación y a unas altas temperaturas, que favorecen la volatilidad de las partículas contaminantes, la Junta no haya publicado los datos de calidad atmosférica de manera diaria, ni que haya advertido a la población de los riesgos para la salud. En sus escritos, tanto Huelva te Mira, como Mesa por la Ría y Fundación Savia, además de denunciar la inacción por parte de las autoridades, reclaman mayor transparencia a la Junta para que realice y haga públicas mediciones horarias y diarias de la calidad del aire, y que aborde un estudio epidemiológico para constatar los efectos de la exposición continuada a las emisiones industriales del polo químico. También advierten de que si ahora la concentración de emisiones están al límite de los niveles objetivos marcados por la Directiva europea, a partir de 2027, cuando entren en vigor los nuevos parámetros estipulados por Europa y que reducen esos umbrales, Huelva incumplirá la normativa sobre calidad del aire. Desde la Consejería de Medio Ambiente lanzan un mensaje de tranquilidad a la población. Fuentes de ese departamento indican que los picos de concentración de dióxido de azufre “responden a patrones muy concretos de viento en horas centrales del día, habituales en la dinámica meteorológica de la zona”. Los incrementos de partículas PM10 se atribuyen a las “condiciones propias del verano” andaluz, con ausencia de lluvia y altas temperaturas, “además de a la intrusión de polvo sahariano”. Sobre el ozono aseguran que no se han rebasado los umbrales para informar a la población y sobre el arsénico, que “no se han detectado concentraciones elevadas”. Las plataformas incluyen en sus denuncias informes científicos que ha realizado la unidad asociada del CSIC en los que se concluye que el SO2 y los componentes de arsénico que llevan asociados proceden de la fundición de cobre de Atlantic Copper, el último de 2025. Por eso, en sus escritos, exigen que se obligue a la fábrica a “paralizar de forma inmediata la actividad que produzca emisiones a la atmósfera en el horario central del día”, cuando las temperaturas sean elevadas. Atlantic Copper ha declinado comentar el contenido de las denuncias por entender que es a la Junta a quien corresponde controlar los niveles de calidad en el aire, que son públicos, y que no se han superado en ningún momento en todo el verano.Paralizar el segundo proyecto de Atlantic CopperDVD1280(21/08/2025): HUELVA. Construcción de una nueva instalación en el polo químico de Huelva.
FOTO: PACO PUENTES (EL PAÍS)PACO PUENTESPero más allá de las emisiones de la actual fábrica de Atlantic Copper, lo que preocupa a las plataformas ciudadanas es el incremento de las emisiones industriales, cuando en 2026 empiece a funcionar la nueva planta de la compañía, bautizada como Proyecto CirCular, y que se está construyendo en el puerto de Huelva. Este nuevo proyecto, declarado estratégico por la UE y la Junta de Andalucía, regenerará chatarra procedente de aparatos eléctricos y electrónicos para recuperar metales como el cobre, el oro, la plata, el platino o el estaño, con la intención de que puedan ser reutilizados en tecnologías asociadas a la transición energética y la movilidad sostenible. “Nosotros llevamos tiempo denunciando este proyecto porque bajo la apariencia de que se impulsa la economía circular, lo que se esconde es una verdadera planta de trituración y fundición de los aparatos electrónicos, que lleva incorporada una chimenea con importantes emisiones de furano, dioxina y distintos elementos que se van a sumar al cóctel explosivo que ya tenemos encima”, advierte Buendía. “Si con la planta actual no están controladas las emisiones, con la nueva nos enfrentamos a un mundo desconocido porque van a entrar en juego otros elementos de la tabla periódica cuyo comportamiento desconocemos”, abunda De la Rosa. Mesa de la Ría y Fundación Savia han pedido a la Junta de Andalucía en su denuncia que “se revise, suspenda o revoque” la autorización ambiental integrada del proyecto “conforme a las mediciones del aire ambiente acaecidas con posterioridad para que garantice la seguridad de la población del área metropolitana”, si bien reconocen que ellos no presentaron alegaciones durante el plazo preceptivo para ello. Huelva te Mira también se suma a las otras plataformas en la paralización de la construcción de la nueva chimenea de esa segunda fábrica. Consideran que se incumple el llamado pacto de 1991 en los que se determinó que cualquier nueva industria debería levantarse en la parte exterior del puerto y no en la interior, como es el caso, para alejar las emisiones de la capital, y que además se va a edificar a 300 metros de una nueva urbanización con cabida para 8.000 residentes.Fuentes municipales aseguran que el nuevo proyecto de Atlantic Copper cumple con la normativa urbanística y cuenta con una licencia otorgada en función de un procedimiento reglado. La compañía también rechaza pronunciarse sobre este particular al entender que se trata de un procedimiento municipal.“Huelva, por su posición, pegada al Atlántico, con la franja pirítica ibérica al norte, es un lugar estratégico y aquí no van a venir a poner una industria del calzado, sino que viene lo que viene”, reflexiona con ironía Navascués. Pero los ciudadanos no se resignan y exigen que se les tenga en cuenta porque en juego está su propio futuro. “Lo estamos viendo ahora con los incendios, pero es con todo, se toman decisiones que discurren en los despachos y con empresas que nada tienen que ver con los intereses locales y cuando no les salgan los números, todas se van y cierran. Pasó con Fertiberia, y al final los que pagamos el pato somos las poblaciones locales”, se lamenta.

Los vecinos de Huelva se plantan ante la emisión de gases industriales contaminantes: “Esta ciudad se asfixia” | Noticias de Andalucía
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